domingo, 21 de enero de 2018

LA BOTELLA DE LA CALMA

    BOTELLA DE LA CALMA

    María Montessori fue la primera en utilizar esta técnica, porque es eso... una técnica, no un castigo. El objetivo del frasco es calmar el estado de ánimo de nuestras hijas/os o alumnas/os durante sus rabietas, ataques de llanto o situaciones de estrés.

     Es un simple bote transparente, con agua, pegamento y purpurina, que agitamos frente a sus ojos para desviar su atención hacia los patrones y movimientos del líquido, acompañando la acción de un tono cordial e instrucciones sobre su respiración, así iremos concentrando al niño/a en el objeto, consiguiendo que se calme.


    Poco a poco, iremos haciéndoles conscientes de la relación que hay entre despejar la mente, cuidar la respiración y la reducción del miedo, estrés y la ansiedad. Con el tiempo, nos sorprenderemos de ver que es el propio alumnado quien que va al bote para centrar su atención, pensar o calmarse.
No es un castigo, es una técnica, simple pero efectiva, que sirve para controlar el estrés y la ansiedad infantil.    

     María Montessori explicó que el frasco permite a los niños y niñas organizar y focalizar su Sistema Nervioso Central en un estímulo concreto, cuando un niño/a está estresado su ritmo cardíaco y su respiración se acelera y su mente se bloquea, ¿cuántas veces después de una rabieta no son capaces de decirnos por qué se han puesto así?. Sin embargo, al centrarse en la lenta caída de la purpurina y sus formas, se genera una orden inconsciente en el cerebro que disminuye la agitación. Poco a poco se va creando una relación entre este patrón visual y la calma.

 
¿CÓMO SE CONSTRUYE LA BOTELLA DE LA CALMA?
Necesitamos:
  • - Un bote o botella transparente (puede ser de cristal, pero mejor de plástico, para evitar accidentes)
    - Agua caliente
    - Pegamento liquido transparente o de colores (importante que sea adecuado para niños)
    - Purpurina (de un color o varios)
    - y colorante alimentario (esto último es opcional).
Para hacerlo (hay un tutorial en internet que explica la elaboración) tenéis que:
      1º- Calentar el agua y echarla en el bote.
     2º- A continuación se pone el pegamento, nosotros pusimos dos botecitos.
     3º- Se remueve para que se mezcle bien con el agua.
     4º- Se echa la purpurina.
     5º- Otra vez se remueve para que se mezclen todos los ingredientes.
     6º- Y para terminar observamos que al bajar la purpurina, se veía mucha diferencia de color y pusimos un poco de colorante alimentario para que el agua cogiera un colorcito suave parecido a la purpurina.
     7º- Antes de sellar la tapa con silicona caliente (esto es muy recomendable para evitar derrames o accidentes), os aconsejo que pongáis papel film alrededor del agujero del frasco, pues puede ser que haya pérdidas (cómo en nuestro caso).


Cada niño/a es único y responde de manera diferente al frasco, por ello no hay que olvidar que es una técnica y como cualquier otro aprendizaje requiere de práctica. La edad ideal para empezar a utilizarlo es de los 2 a los 5 años, pero para niños/as más mayores también funciona.

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